Como cuando uno se encuentra un billete de 20€ olvidado en el bolsillo. Así me sentí cuando revisé una de esas tarjetas de memoria olvidadas y encontré fotos que no recordaba haber tomado. Esas fotos renuevan mi recuerdo sobre la experiencia vivida este verano en Perú. El albergue de Boca Colorado, mi hermanita María, el Padre Martín, Candi, Josué, Luci, Dante, Wendi, Heráclito, Shakira, Cristian, Orlando, Rildo... la madre Teresa, la hermana Dolores, el Padre Zabala, la Cocinera Juana y sus hijos Franco y Xiomara, la gata trocha y el perro rufián.
El paso del tiempo olvida las cosas innecesarias; la memoria es selectiva. Atrás quedan las noches sin electricidad, el ruido de los generadores, la falta de agua potable... y aparecen: la sonrisa de Josué cuando íbamos a pescar, Cristian y Candi macheteando la selva, la chacra, todos juntos en la pickup, bañarse rápido con agua fría, correr por la selva, los monos, papagayos...
Dicen que las experiencias de voluntariado internacional dejan marca. Y la verdad es que me han dejado mucho mas que eso
El paso del tiempo olvida las cosas innecesarias; la memoria es selectiva. Atrás quedan las noches sin electricidad, el ruido de los generadores, la falta de agua potable... y aparecen: la sonrisa de Josué cuando íbamos a pescar, Cristian y Candi macheteando la selva, la chacra, todos juntos en la pickup, bañarse rápido con agua fría, correr por la selva, los monos, papagayos...
Dicen que las experiencias de voluntariado internacional dejan marca. Y la verdad es que me han dejado mucho mas que eso
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