Carrera en la selva

Hacer para mi una vida normal como en España es complicado. Acostumbrado a hacer deporte casi todos los días hacer eso aquí es difícil... y extraño. El único deporte que puedo hacer es correr, así que ni corto ni perezoso me pongo la equipación deportiva y salgo a hacer unos kilómetros. Primero lo hago por la carretera (no asfaltada) con algo de transito, pero en cuanto puedo me adentro por una senda estrecha que tiene buena pinta. Aminoro el ritmo porque escucho un guacamayo enorme en un árbol cercano, lástima no llevar cámara. Sigo adelante y veo una manada de monos, hacen mucho ruido entre los árboles y cuando los descrubro veo que son pequeños, pero muchos, unos 10, que se mueven con asombrosa agilidad dejandose caer desde las alturas para aferrarse a una liana, hojas u otros árboles. Continuo mi carrera y no dejo de ver lagartos que corren por todos sitios y alguna serpiente en zonas alejadas. Sigo avanzando, la senda es cada vez mas estrecha, paso por improvisados troncos que hacen de puente, por graveras abandonadas de la minería del oro, plantaciones de platano, todo ello comunicado por una única y estrecha senda.
Al final del sendero un enorme tronco de árbol derribado y que los leñadores estan despiezando, tiene como unos 8m de perímetro, colosal.
Tengo que regresar para hacer alguna foto, espero recordar el sendero.