Los días que no hay clase, en el albergue se aprovecha el tiempo. Nos levantamos como todos los días a las 5:30 y curramos hasta el desayuno, pero en vez de ir al instituto hoy se va a Paugil, a la chacra de la comunidad. Y allí nos dirigimos en el 4x4 del padre los 17, cuatro adultos y doce chicos en la bañera trasera del carro. Otros chicos se fueron a sus casas a pasar el improvisado puente del fin de semana.
La chacra es un claro, abierto a base de hacha y machete en medio de la selva. Hay una pequeña construcción de madera con dos habitaciones, comedor abierto, cocina de leña y aseo elemental.
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macheteando en mitad de la selva |
Los chavales son muy diestros en el manejo del machete, con él cultivan la tierra le quitan la mala-hierba al suelo y cortan ramas, lianas y arbustos. En unas horas esta preparada la tierra para sembrarla haciendo agujeros y colocando 3 semillas de maíz. Todo se hace artesanal: el agujero con palos, la semilla con la mano otra persona por detrás y con el pie cerrando el agujero. Del abono nos encargamos el padre y yo. Transportando el excremento de las gallinas del albergue y repartiéndolo por el pobre suelo de la selva.
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piñas plantadas en la selva |
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padre Zabala enseñando a sembrar |
Me alegra ver al Padre Pablo de nuevo animado con Paugil. Ese lugar es un paraiso. Un abrazo.
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